La empresa encuestadora Ipsos publica mensualmente datos comparativos de 29 países
respecto a las mayores preocupaciones de sus ciudadanos, entrevistando a 24,700 personas. Lo
interesante es comparar a México con otros países, lo que nos da una perspectiva diferente a
nuestra percepción subjetiva, y una idea general del ambiente que prevalece en el país. Veamos
los datos de septiembre de 2023.
La primera pregunta es muy sencilla y general: ¿el país va por buen camino o está en el rumbo
equivocado?
La opinión de los mexicanos está perfectamente dividida. 47% dicen que vamos bien, la otra
mitad opina lo contrario. Eso coloca a México en el tercio positivo, noveno entre 29 países. La
verdad sorprende el pesimismo de la mayoría de los países desarrollados. En Estados Unidos
solo el 33% dice que van bien, y en Alemania afirman eso el 25%, una cifra históricamente baja.
Lo que no sorprende son los países en la cola, Argentina y Perú, donde casi el 90% reconocen
que su situación está muy mal. Por cierto, los punteros positivos son países asiáticos, como
Singapur, Indonesia y la India.
Yendo al detalle de las principales preocupaciones, a nivel mundial destaca el tema de la
inflación o mas bien la pérdida de poder adquisitivo. 38% de los encuestados mencionan que
este tema los tiene muy inquietos. México se queda un poco abajo del promedio, con 31% de
menciones, mientras que Estados Unidos y Alemania están ligeramente arriba. Aunque la
mayoría de los países comparten esta preocupación en mayor o menor grado, en general la
tendencia va a la baja.
El segundo problema mencionado es la inseguridad y el nivel de violencia. Este es el único
indicador donde México está entre los punteros, con una mención del 58% de los encuestados.
Aunque hay países más afectados aun: Chile con 60% y Perú con 63%. Llama la atención que
después de México sigue Suecia con un 57%. Los que se sienten más seguros son los polacos y
los húngaros con solo 7% que hacen referencia a este tema.
En el resto de los indicadores, México figura en el promedio.
Un 32% de los mexicanos mencionan la pobreza e inequidad como un problema. Aquí es
interesante ver como difieren las respuestas de alemanes (37%) y estadounidenses (20%).
En cuanto a la percepción de corrupción, la cifra de preocupados en México es del 32%. Los
indonesios, que son de los más positivos en cuanto a que las cosas en su país van bien en
general, sin embargo, mencionan el problema de la corrupción en una mayoría de 54%.
El miedo al desempleo para los mexicanos se manifiesta para un 33%. Aquí destaca Sudáfrica
con un 64%.
En comparación con estos problemas económicos y sociales, el impacto del cambio climático
solo es considerado prioritario por un 19% de la población mundial. México también aquí figura
en el promedio (17%). El rango abarca desde el 32% (Japón) al 3% (Argentina).
Finalmente, los participantes evaluaron la situación económica de su país.
Nuevamente, México aparece en el tercio superior con 44% de opinión positiva, arriba de
Estados Unidos (40%) y Alemania (36%).
¿Qué podemos concluir de estos datos?
Con excepción del tema de inseguridad y violencia, los mexicanos no están demasiado
preocupados por otros temas económicos y sociales. O dicho de otra manera, consideran que
su situación está relativamente estable. Esto podría ser un indicador que no hay en México una
gran expectativa de un cambio de rumbo. El tema donde claramente hay una inconformidad
mayor es el combate a la inseguridad.
A diferencia de la situación mexicana, hay muchas dudas sobre el rumbo general en sociedades
como la alemana y la norteamericana, lo cual es presagio de posibles movimientos en el
espectro político.
Si bien los resultados en general pueden no ser una gran sorpresa, nos confirman que México
sigue estando entre los países que se consideran más estables, junto con los países asiáticos.
La atractividad de México para los inversionistas internacionales está basada en esa percepción
de relativa estabilidad, con el foco amarillo de la inseguridad.
Las empresas pueden contribuir en forma positiva para mitigar las preocupaciones, no solo de
sus empleados, sino de todos sus grupos de interés: proveedores, clientes, comunidad y claro,
sus inversionistas. Una gestión efectiva de los factores ecológicos, sociales y de gobernanza con
integridad (ESG) contribuye a reducir el impacto inflacionario, la inequidad y el desempleo. Las
empresas pueden aportar al combate de la corrupción y del cambio climático.
Queda en manos del estado enfrentar con efectividad su tarea principal: asegurar la integridad
física y patrimonial de los ciudadanos.
Fuente: Ipsos, What worries the world? September 2023